San Isidro de El General. El día 6 de marzo fue cuando el virus covid-19 se expandió al país y en medio del estado de emergencia nacional, el campo intenta adaptarse siguiendo las medidas pertinentes estipuladas por el propio gobierno de Costa Rica.
“Semanas atrás, trabajamos jornadas completas. Ahora trabajamos medios tiempos y en el caso de nosotros mantenemos 2 peones únicamente, tratamos en este momento de realizar la siembra entre la misma familia”. Acotó Sara Borbón agricultora de Tomate y Café.
Y es que en medio de esta crisis los agricultores continúan con su trabajo habitual en el campo, las cosechas no pueden esperar y sus mantenimientos. Además, que la producción de alimentos juega un papel importante en este período de emergencia que está atravesando el país.
Borbón señaló que, en la comunidad de La Piedra, todos se encuentran con incertidumbre y temor por el panorama actual que se vive, pero que continúan dando sus esfuerzos día a día.
Rolando Valverde Gerente de Agroindustria Café, señaló que es una época complicada a nivel de agricultores y la misma cooperativa en algunos programas que se desarrollan en beneficio del asociado.
“Una de las preocupaciones que más nos están compartiendo los productores, es el tema de la abonada. La abonada es uno de los programas críticos de distribución del fertilizante que nosotros en este momento estamos recibiendo boleta, pero los productores no quieren salir a entregarla. La boleta viene a ser la solicitud con la cuál nuestros productores solicitan a la cooperativa se financie fertilizante y que ellos van a pagar con la próxima cosecha, pero nadie quiere salir.”
Valverde, además señaló que el tiempo máximo entrega era hasta el 28 de marzo y al estar en medio de está atmósfera de incertidumbre, CoopeAgri toma la decisión de flexibilizar el tiempo de entrega hasta el 13 de abril para brindar ese soporte al productor.
No obstante, esto viene a generar una gran presión sobre cooperativa, dado que deben garantizar que el fertilizante estará aquí para mediados de mayo en las comunidades, antes de la llegada de la época de lluvia.
“Esto nos provoca una presión importante, porque son casi 30 mil sacos que debemos distribuir en 15 días, casi que, entregando hasta domingos, alrededor de 2000 sacos diarios y es una logística muy importante y de gran coordinación”, aseveró Valverde.
Otro Panorama al cuál también la agricultura se enfrenta es el de los mercados internacionales, dado que al ser una alerta sanitaria a nivel global muchas empresas se encuentran cerradas y esto evita las negociaciones de los productos.
“Estamos en una situación compleja con un mercado muy volátil, que está muy irregular pasando de la alta a la baja en fracción de segundos”, señaló Rolando Valverde.
CoopeAgri en este programa invierte alrededor de 40 millones al año para lograr distribuir el fertilizante en cada comunidad y sus asociados.